La construcción de la primera noria en la historia se remonta al año 1893, para la Exposición Universal de Chicago. A lo largo de los siglos, el interés por esta clase de atracción no ha decaído nunca y, en los últimos 10-15 años, la popularidad de las norias grandes (denominadas ‘norias gigantes’ o ‘norias panorámicas’) ha aumentado drásticamente.

Tener una bonita noria gigante permanentemente, durante unos años o incluso para determinados eventos, en la actualidad, es un must para numerosas ciudades y metrópolis (tales como Dubái, Singapur, Orlando o Las Vegas, cuyas norias gigantes son permanentes y baten récords) o mucho más pequeñas, en pueblos ambiciosos.

Una noria gigante es un atractivo turístico perfecto cuando se coloca estratégicamente. Se convierte en un punto de referencia instantáneo para la ciudad o el evento que la acoge y regala a los pasajeros vistas aéreas nunca vistas antes de los alrededores y experiencias únicas. 

Últimamente, hoteles y centros comerciales han descubierto también el potencial de las norias gigantes, con norias instaladas en los techos de hoteles y centros comerciales de lujo. Este es, precisamente, el caso de nuestra noria gigante de 80 metros, instalada en el centro comercial E-Da que, con sus 130 metros totales de altura, es una especie de faro para todo el complejo de compras y ocio donde se encuentra el centro comercial.

La sinergia entre el sector del ocio y minorista es fuerte, impactante y rentable. En un centro comercial, una noria gigante es un imán que atrae a visitantes y aumenta el número de clientes y ventas en las tiendas.